En los próximos años se producirá una progresiva transición a las energías renovables, que conducirá a una generación eléctrica producida por medio de fuentes intermitentes. Para poder alcanzar un mix energético con un alto porcentaje de renovables, será fundamental el desarrollo de sistemas de almacenamiento de energía eléctrica. Las nuevas tecnologías de estos dispositivos se convertirán en elementos fundamentales de los sistemas eléctricos del futuro, aportando valor en todos y cada uno de los eslabones de la cadena de suministro de electricidad.