Alejandro Martín Navarro, nació en Sevilla en 1978. Se licenció en Filosofía. Ha publicado numerosos artículos, traducciones y poemas en diferentes revistas como Número; Ágora, Renacimiento y Nadie Parecía. Actualmente prepara su tesis sobre el Romanticismo alemán. Con su primer poemario, Vasos de barro, recibió en Sevilla el Premio Luis Cernuda de Poesía en el año 2000. Aquel lugar, su segundo libro, ha obtenido en 2006 en Orihuela el Premio "Miguel Hernández"- Comunidad Valenciana". En Aquel lugar habitan juntos el mundo perdido y el que está por venir. Es una imagen poética, y por tanto mítica, de la experiencia de la pérdida, pero también de la expectación. Toda poesía elegíaca pretende rememorar un mundo ausente, pero al hacerlo puede también convertirse en cántico, en relación del hombre con lo sagrado, y así, en una forma de piedad.

En el Edén el hombre fue feliz, y no tenía recuerdos, y sabía que el futuro era igual de hermoso y fascinante. Algo ocurrió después: un sortilegio transformó en desamparo su alegría, y al hombre le fue dada la más larga memoria y la estéril conciencia de que llevaba el mal sobre su pecho. Desde entonces la soledad del hombre es infinita y sufre la nostalgia de algo que no recuerda haber tenido.