A lo largo de los siglos, todas las civilizaciones han utilizado el concepto de alma para explorar el significado de la conciencia, la espiritualidad, la vida después de la muerte y, en general, la relación del hombre con Dios y sus semejantes. En el origen de todas las palabras que se refieren al alma está el aliento, y alrededor de cada una de ellas han nacido inagotables reflexiones desde el ámbito de la religión, la filosofía, la moral y la ética. Gianfranco Ravasi hace un recorrido por todas las épocas y corrientes del saber en busca de este hálito vital con el que los hombres han tratado de definirse. Con múltiples referencias bíblicas, filosóficas, literarias, místicas y poéticas, las páginas de este libro son un viaje a través de la palabra y el pensamiento que persigue un horizonte claro: «Despertar, purificar, revivir el alma genuina que es espíritu, conciencia, inteligencia y amor».«Aunque hoy el alma parezca olvidada y marginada, una especie de presencia ausente, en realidad ha dominado todas las culturas durante siglos, ha estimulado inteligencias muy elevadas, ha implicado íntimamente a las religiones. [...]. Secularmente reducida a la psique o al sistema neuronal para ser analizada según los cánones científicos, o religiosamente intuida como un abismo de luz en el que Dios se revela, investigada por la filosofía, imaginada por la literatura y el arte, profesada por las diferentes religiones de diferentes maneras, negada por los materialistas agnósticos de todos los tiempos, el alma ha seguido apareciendo y escondiéndose, como el viento. Pues bien, nos gustaría intentar retomar algunos signos y descubrir su presencia precisamente a través del aporte del inmenso grupo de ?buscadores del alma? que han poblado la historia de la humanidad.» (De la Introducción)Introducción PRIMERA PARTE. EL HORIZONTE 1. Sin fronteras En busca del alma perdida Una palabra con mil caras Como un caleidoscopio El palimpsesto del alma Los símbolos del alma ¿Sopesar las almas? A lo largo de la costa del mar de la vida 2. Territorios lejanos Las tres raíces remotas Conservar y robar almas Como el aroma de las flores de loto Buscando el árbol de la inmortalidad El príncipe de la ciudad de las nueve puertas En los buches de los pájaros verdes La rueda de la metempsicosis «Soy el espíritu de tu padre...» Entre la metapsíquica, la paragnosis y el esoterismo «No habéis sido capaces de robarme el alma» SEGUNDA PARTE. LAS FUENTES 3. La fuente sagrada Un pequeño bote sobre la inmensidad de las olas Un impresionante arcoíris de significados «A imagen de Dios lo creó» «Las almas de los justos están en las manos de Dios» «El poder de destruir tanto el alma como el cuerpo» «Salvar y perder el alma» El hombre entre la carne y el espíritu «Con todo tu corazón y con toda tu alma» «El corazón tiene sus razones» 4. La otra fuente En Tebas, en Atenas, en Roma La hierba que cura el alma El amante invisible de Psique El canto seductor de Orfeo El cuerpo, tumba y signo del alma La biga que vuela en la llanura de la verdad En una celda de la prisión de Atenas El alma, chispa divina e inmortal «Nunca antes un labio griego había pronunciado esta palabra de esta manera» El «Maestro de los que saben» Las tres almas del hombre Una serpiente se arrastraba debajo de la cama «Aquí está el primer punto: el Alma» «Resurrección del cuerpo y no con el cuerpo» El alma en busca de sí misma TERCERA PARTE. EL CURSO DEL RÍO 5. El alma teológica El alma santa «Dios es lo más interior que hay en mí mismo» La figura suprayacente del Doctor Angélico El fiordo del misticismo La voz del Magisterio eclesial A lo largo del Ródano y del Tíber El enigmático origen del alma ¿Entre ti y el cielo sólo está la pala del sepulturero? ¿Inmortalidad del alma o resurrección de los muertos? La revolución cristiana en el centro del alma 6. El alma filosófica En una gélida noche de noviembre de 1619 Una extraña glándula del cerebro «Un hombre engendra a Dios con delicada geometría» El Viacrucis del alma El pensamiento, bilis del cerebro Navegando en un bergantín alrededor del mundo De la biosfera a la noosfera y la cristosfera Galileo, el teólogo, tenía razón La psicología, espada de dos filos «No necesito creer, lo sé» Una «re-visión» de la psicología Las almas cándidas 7. El alma poética «La mariposa angelical» «Al caer mi carne quedó sola» «¡No pensaste que yo estaba loco!» «¡Instante, detente, eres tan bello!» «Lo eterno-femenino» Alma, «vive y sé grande e infeliz» «Hermano cuerpo, hermana alma» Una lámpara encendida «con el aceite puro del alma» «Una chispa de espiritualidad» CUARTA PARTE. LA DESEMBOCADURA 8. El alma neuronal Un delta ramificado El alma inmoral Cien mil millones de neuronas La habitación china ¿Qué se siente ser murciélago? El «psicono», ¿micrositio del alma? Inteligencia artificial e informática Transhumanismo o posthumanismo El alma «es nueva en cada hombre» 9. El desembarque Casi un diario de a bordo El Jordán del alma El balanceo de un péndulo El «alma hecha del todo» Bibliografía Índice onomástico