Convertirse en un auténtico explorador por la delgadísima línea que suele diferenciar lo aparente de lo real es la primera invitación de Los que están al filo. Pero no es la única. Levantar las máscaras de la cotidianidad, bogar por el pasado y la Historia dudando de su pétrea entidad, navegar por el mar confuso de la realidad convertida en ficción o viceversa... son aventuras asimismo posibles en todos los relatos de este libro.