Desde hace más de mil años, a la medianoche en punto, ocurre un hecho mágico en las casas de Fairy Oak: minúsculas hadas luminosas cuentan historias de niños a brujas de ojos buenos, emocionadas y atentas. Insólito, ¿verdad? Todo el mundo sabe que brujas y hadas se llevan mal y que a las brujas no les gustan nada los niños. Pero estamos en el valle de Verdellano, en el pueblo de Fairy Oak, y aquí las cosas son desde siempre un poco distintas.

Fairy Oak es un pueblo mágico y antiguo, escondido en los pliegues de un tiempo inmortal. Para encontrarlo, habría que viajar entre las mesetas escocesas y los acantilados de Normandía, por los valles floridos de Bretaña, entre los verdes prados irlandeses y las bahías del océano. Este pueblo esta habitado por criaturas mágicas y seres humanos, pero es difícil distinguir a unas de otros. De hecho, hadas, magos, brujas y ciudadanos normales viven en sus casas de piedra desde hace tanto tiempo, que nadie presta atención a las rarezas de los otros. Las hadas tienen la misión de cuidar a los pequeños, es de esta manera que una de ellas nos narra la historia, Felí, el ser mágico que cuida a las gemelas, Vainilla y Pervinca.

Este pueblo es un ejemplo de tolerancia y convivencia entre diferentes seres y el medio ambiente. Pero la historia habla de un secreto que puede quebrar la armonía del pueblo y con ello los demás equilibrios.

Este libro el primero de una trilogía que nos cuenta las aventuras y vivencia de este pueblo, Fairy Oak (El Roble Encantado).

Elisabetta Gnone, nace en Génova el 13 de abril de 1965, hace estudios clásicos, se convierte en periodista en 1992. Se liga al mundo editorial a través de The Walt Disney Co., además colabora en varias publicaciones mensuales de la misma empresa. Como Directora de las publicaciones preescolares de la misma multinacional crea las historietas de W.I.T.C.H., que es un éxito internacional.