Nadie ignora que los elefantes gozan de una impresionante memoria espacial, olfativa, visual y vocal, pero ¿quién sabe que hay pájaros capaces de resguardar su alimento repartiéndolo entre más de un millar de escondites? Este libro de Emmanuelle Pouydebat, en el que la autora recoge más de quince años de experiencia en trabajos de campo, demuestra que la inteligencia no es otra cosa que una función adaptativa que todos los animales poseen. Con plumas o manos, una trompa o diez pies, escamas o pelambre, dotados o no de tentáculos, con o sin esqueleto, todos los animales son dueños de una inteligencia que les permite desarrollar respuestas adaptadas a los imperativos del medio y su contexto de vida.