Isabel II (1830-1904) heredó el trono a los tres años y comenzó a gobernar a los trece tras una cruenta guerra civil que cuestionó su derecho a reinar. A los dieciséis la casaron con un hombre al que odiaba y que no dejó nunca de intrigar contra ella. Tenía treinta y ocho años cuando fue destronada. La primera reina constitucional española ha pasado a la historia como una personalidad profundamente contradictoria.áSu irregular vida amorosa y su forma de hacer política la convirtieron en una mujer imposible como reina en las condiciones que comenzaban a prevalecer en la España de mediados del siglo XIX.

Una obra amena y apasionante, en la que Isabel Burdiel analiza en qué condiciones y con qué sentido se puede hablar de poder real en el caso de Isabel II y de qué manera las personas de su entorno contribuyeron, perversamente, a destrozarlo.