Lola es una chica joven que transmite al lector su conflicto interno de una manera profunda y conmovedora. En un momento de su vida, junto a su madre y hermano, abandona el pueblo de su infancia y se traslada a vivir a Salamanca. Esa ciudad castellana le trasfiere una atmósfera vívida y evocadora que la conquista desde el primer día. Allí conoce a un joven, el amor irrumpe en ellos de una forma inesperada y junto a él intentará dejar en el olvido todo lo que hasta entonces le ha ocurrido. Sin embargo no lo consigue. Los recuerdos de una infancia marcada por la violencia de género y la ausencia temprana de un ser querido, son los hilos de la maraña que la sumen en la tristeza negándole la felicidad que su corazón anhela. El apoyo constante de su tía Rosalía será fundamental para salir de la zozobra en la que se halla inmersa. Sus consejos la ayudan a comprender que los problemas no se solucionarán hasta que pueda desentrañar el porqué de lo sucedido, tal vez así podrá poner en orden