Novela corta cuya trama se desarrolla en Urueña, también llamada la Villa del Libro, por la alta relación de librerías que tiene respecto a su número de habitantes. Ha querido ser en primer lugar un homenaje a esta población y a sus gentes, en particular a ese pequeño círculo de libreros que mantienen con orgullo sus locales a pesar de la modernidad y la globalidad. Narra cómo una niña de ciudad es llevada para pasar unos días de vacaciones con sus tíos en el pueblo y, aunque muestra un rechazo inicial, sus vivencias y aventuras cambiarán para siempre su visión del mundo. El libro está pensado para ser disfrutado en familia, de modo que, cuando vengan a descubrir Urueña, puedan identificar y pasear por algunos de los lugares y caminos que realizan sus protagonistas. Los niños y jóvenes que empiezan a sentir curiosidad por el mundo se van a encontrar pinceladas sobre un compendio de temas fundamentales dentro de un misterio por resolver. Es también una llamada de atención frente a la llamada España vacía, término acuñado para describir la imparable migración de los pueblos a las ciudades como consecuencia del desarrollo urbanístico. Porque, a pesar de todo, perviven pequeños núcleos de población que todavía asombran por la cultura que miman, por el arte de saber vivir que transmiten a las siguientes generaciones y por la rica historia que conservan. Constituyen un patrimonio único que debemos proteger y hacer visible, completando esa parte del paisaje que le falta a la España más conocida y más poblada.