El protagonista y autor de este libro era un joven que estaba terminando la carrera de Derecho y, en enero de 1978 se vio imbuido, en unión de cientos de compañeros, en un mundo desconocido en el que tuvieron que integrarse: la prestación del Servicio Militar Obligatorio. Tras un accidentado periodo de formación de dos meses y medio como reclutas en el CIR 16 (Cádiz), juraron bandera, siendo posteriormente trasladados a Ceuta donde, como artilleros, pasaron los doce últimos meses de su compromiso militar. La convivencia juvenil desarrollada en el especial contexto geográfico de la Perla del Mediterráneo generó anécdotas de las que se dan cumplida cuenta en esta obra. La lectura de este libro es conveniente para que los que hicieron la mili puedan revivir aquellos momentos, y para que los que no la hicieron conozcan de primera mano lo que suponía el cumplimiento de aquella obligación, entonces ineludible. Recomiendo la lectura de este libro, ya que en él se narran eventos interesantes de lo que significaba entonces la milicia, cuya praxis ya forma parte de la historia más o menos reciente de nuestro país y, al mismo tiempo, disfrutarás leyendo sus narraciones que son amenas y muy divertidas.