En esta obra se intenta una respuesta en dos niveles de análisis a las expresiones de la violencia colectiva. En el primero de ellos se analizan las semánticas que configuran estos términos y en el segundo se analiza la permanencia de la violencia colectiva en sus diversas manifestaciones en distintos momentos históricos como un síntoma que se manifiesta de forma reiterativa dentro de lo que llamamos la modernidad.Así el liberalismo pretendió exorcizar al monstruo de la violencia a través del mercado pacificador, atemperador, de pasiones; el marxismo, inmediatamente después, lo intentó a través de la asociación de productores libres.