La expresión “Nunca me olvidaré de ti”, es una frase que proporciona consuelo en la despedida, da esperanza en la ausencia y conforta en la necesidad. Sin embargo, depende de quién la exprese puede ser como una caja vacía o tener todas las garantías de autenticidad. ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, Yo nunca me olvidaré de ti. (Isa. 49.15). Estas palabras del profeta vienen acuñadas con el propio sello de Dios para su pueblo, y para inspirar suficiente confianza toma como referencia el lazo más fuerte que puede existir en las relaciones de los seres humanos: una madre y su hijo. Este libro que tienes en tus manos desea ser un buen amigo o amiga para ti, como un ángel que se pone a tu lado en un momento determinado de tu vida para tenderte una mano y ayudarte a enfocar tu atención donde te será útil. Muchas personas hablan de las circunstancias que les atrapan impidiéndoles gozar de la vida y realizar sus deseos, pero pocas como un medio necesario que les capacite para disfrutar posteriormente de las bendiciones que les aguardan.