Cuando, a comienzos de 1991, el mánager musical Danny Goldberg aceptó hacerse cargo de Nirvana, la banda era solo una de muchas en la agitada escena underground de Seattle, y su líder, Kurt Cobain, estaba lejos de ser el icono de la cultura popular a la altura de John Lennon o Elvis Presley en el que terminaría convirtiéndose. Goldberg trabajó con Kurt Cobain hasta 1994 y fue testigo del éxito estratosférico de Nevermind que consagró a Nirvana; asistió a su boda con Courtney Love y al nacimiento de su hija y, finalmente, fue testigo de su lucha contra la adicción a la heroína que lo llevó al suicidio.

Goldberg resucita recuerdos no publicados hasta la fecha, indaga en sus archivos personales y recupera entrevistas a familiares, amigos y compañeros de banda para explorar la inmensa creatividad y brillantez que Kurt Cobain proyectó sobre su música, la increíble mezcla de compasión, rebeldía, feminismo y ambición que reunía, y el legado que forjó con su particular visión del punk-rock.