Un dios con el estómago vacío es una tragicomedia agresiva. A lo largo de doce cuentos, la realidad se desgarra y deja un rastro de sangre con unas gotas de humor y sordidez en el pasillo. En ellos, las voces narrativas miran a sus personajes de la forma más cruel: observados a través de un microscopio que exalta lo ridículo y lo sublime de sus historias, sometidos a fuerzas que escapan de su control, que los abofetean y abrazan por igual. Este libro ayudará al lector a reconciliarse con sus peores sentimientos.“El joven Matías Candeira es víctima también del vicio de escribir”. —Mario Vargas Llosa.“Candeira juega con el humor y el terror. [ ] Juega, por qué no, con la sangre, la repulsión y el miedo. El miedo a lo diferente, el miedo a ser nosotros mismos. El miedo a descubrirnos por completo y que no nos guste lo que vemos. [ ] Con una pasmosa habilidad para hilar bien fino poesía y terror, Matías Candeira nos lleva hasta una posición incómoda. Como espectadores de algo que no debe ser visto, de hechos terribles escondidos en la memoria. [ ]Sus relatos inquietan y repelen pero es precisamente por esa realidad deformada, por esa aparente tranquilidad que esconde monstruos más cercanos de los que creemos”. —Papel en blanco.