En la Villa y Ciudad de San Andrés y Sauces, al noroeste de la Palma, suceden a lo largo del siglo pasado hechos que desarman y destruyen la vida de la familia de Anastasio Vargas y Francisca Expósito. La envidia, los celos, y la bajeza a la que pueden acudir los miembros de la especie humana por conseguir lo que anhelan, dejarán huérfanos de vida a los mismos y sus descendientes. La novela narra lo acaecido a toda una familia durante el siglo XX, y como los demás con sus susurros, con los murmullos, con esos incómodos tambores, con esas alarmante campanadas, que resuenan una y otra vez, empujando, inmiscuyéndose, a modo de atroz cotilleo y deplorable falacia, son capaces de dirigirnos la vida. Nadie viene a salvarnos de los actos y pensamientos de los demás, eso nos susurra entre silencios y miedos los hechos desenterrados en la novela. Los demás van y vienen, de una u otra manera, solo son los demás, nada más que eso.