El periodo de la infancia temprana, 0-6 años es la puerta principal para implementar estrategias que favorezcan el desarrollo humano saludable. Los estudios realizados durante las últimas décadas confirman que es una etapa extremadamente compleja a nivel biológico, psicológico y social. El desafío actual es cómo aplicar todo este conocimiento científico a la creación e implementación de programas de prevención e intervención que generen espacios donde la infancia pueda desarrollarse con seguridad y bienestar, tanto en el presente como en la vida futura. Durante los últimos 15 años el autor ha elaborado y puesto en práctica una serie de programas de intervención cuyas siglas componen el acrónimo de AMAR, diseñados para que los adultos responsables de los infantes puedan desarrollar un estado mental de atender-mentalizar-automentalizar-regular las experiencias de estrés de los niños. Se han implementado en diferentes contextos vitales: salas de cuna, jardines infantiles, visita domiciliaria, madres privadas de libertad con sus bebés, familias de acogida y adoptivas y trauma complejo en la infancia