La corrosión y protección de los metales es un reto que tiene toda la humanidad, a fin de evitar los graves costes económicos o humanos que se producen debidos a fracasos en la protección de metales. Es obligación de todos los técnicos involucrados en los fenómenos de corrosión-protección, conocer al máximo todos los sistemas que existen para evitar estos desastres. Los fenómenos perjudiciales más conocidos son aquellos que produce el oxígeno, CO2 o bien SO2. Se describe un proceso muy actual, el níquel químico, que proporciona una acabado de gran resistencia a la corrosión. La industria aeronáutica lo está empleando con resultados satisfactorios. FInalmente, se describe la protección de metales mediante la deposición de zinc y aleaciones, tratamientos muy solicitados por la industria europea del automóvil.