Invierta, viaje, regale, cuídese... Es fácil distinguir aquellos anuncios de corte clásico que, sin ninguna argucia, nos proponen que compremos un producto o utilicemos un servicio. Sin embargo, las técnicas actuales para convencer al posible cliente son algo más sofisticadas y las marcas se encuentran muy imbricadas en la vida de los consumidores.Un equipo de quince lingüistas coordinados por Santiago Alcoba y Dolors Poch analiza cómo la publicidad utiliza el lenguaje para acercarse al público al que quiere captar. Radio, prensa y televisión tienen sus propios códigos y la publicidad debe adaptarse a ellos.