"A lo largo de esta meditación he abordado una medicina sombría, de la despedida, del no futuro, del crepúsculo. Espero haber explicado que también es la medicina de la verdad última, del confortar el espíritu, del alivio prudente del sufrimiento, del encuentro con el otro, del esfuerzo común, de la preservación tenaz de la dignidad." "Al tocar un cuerpo en ruinas se experimenta una emoción física muy particular, una sensación brutal que va mucho más allá de la compasión o el afecto: en palabras de escritor, es la ternura egoísta de un hombre para con otro hombre. Los antropólogos han descubierto que no hay criatura en este mundo que necesite más amor que el ser humano y también que ninguna otra está menos capacitada para sobrevivir sin él. Por eso, incluso cuando la supervivencia ya no es posible, es nuestro deber no olvidarlo nunca."

Joao LObo Antunes