El diablo es un personaje subyugante, por más que la modernización religiosa parece haberle colocado en un segundo puesto. La literatura se ha ocupado de él en muchas ocasiones y a su inspiración se deben obras memorables, como el Fausto de Goethe. En las letras españolas, característicamente realistas, su presencia ha dejado sin embargo algunas huellas inolvidables, como las que recogemos en este libro. Del enemigo de Dios se han ocupado a comienzos del siglo XX, autores tan variados como Emilio Carrere, Felipe Trigo, Álvaro Retana, Luis Antón del Olmet y Antonio de Hoyos y Vinent. También está presente en numerosos cuentos populares, como el que recoge Alberto Sánchez Álvarez-Insúa, autor de esta tenebrosa antología.