"En el Diario de una madre que perdió su nombre la autora rompe con los prejuicios de la maternidad para reconocer el miedo y la distancia que siente hacia su hija adolescente. La actitud de Mara roza la crueldad con su madre y su hermano. A pesar del cansancio y del miedo ella no se da por vencida, esperanzada con que la hija reflexione y se deje ayudar. Hace un recorrido por las sensaciones que sintió durante el embarazo, los olores, el sueño reconfortante, la felicidad de sentir vida dentro, la crianza, las casas que convirtió en hogares para la familia… y, sin darse cuenta, aparece la distancia y la culpabilidad, la inseguridad. Un libro sincero, en el que, por encima de todo, prevalece la esperanza de una madre."

Nuria Revuelta

Librería Lé Madrid