Adam Smith explicó por qué funcionaba el capitalismo, y Marx, por qué no lo hacía. Los analistas deben hacer ahora lo mismo con la nueva economía, término que se usó en su origen para designar la expansión en EE. UU. durante los años noventa. Nos encontramos inmersos en un proceso caracterizado por un crecimiento sin inflación, gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y al libre movimiento de los capitales por todo el mundo. Durante algún tiempo, sus hagiógrafos afirmaron que se acabaría con los ciclos y que se entraría en una etapa de crecimiento sostenido. Pero esta teoría no sólo se basaba en realidades sino también en mitos. Los hechos han venido a demostrar la impostura de creencias como la de que los mercados de valores están hechos para ganar dinero y se han vuelto inmunes a las crisis bursátiles. Realidades innegables como la del aumento de las desigualdades entre países y en el seno de las sociedades se tienen muy en cuenta en este análisis de los derroteros más recientes del capitalismo. El Diccionario de la nueva economía pretende desvelar las reglas y las contradicciones de este nuevo juego teniendo en cuenta no sólo la economía, sino también el resto de ciencias sociales. En esta obra el lector encontrará herramientas conceptuales para enfrentarse a la nueva realidad que, iniciada en las últimas décadas del siglo XX, dará forma a importantes procesos en el siglo que iniciamos.