Los pies se expanden desde el nacimiento hasta la pubertad, y cambian a lo largo de la vida. La madurez los personaliza, la senectud los contrae y el carácter los modifica. Las pequeñas dilataciones y retracciones, desde la infancia hasta la vejez, muestran nuestra forma de vivir y de ver el mundo. En ellos también se reflejan la energía ancestral (herencia) y la energía adquirida (alimentación). Al igual que la postura, los gestos o la expresión del rostro, los pies también revelan aspectos de nuestra persona. Gracias a los pies y los secretos de la medicina tradicional china podemos conocernos en profundidad. En la forma de los dedos, en la rugosidad de la piel, en el color de las uñas… veremos la historia de nuestra vida y descubriremos los aspectos más desconocidos de la personalidad.