En ocasiones, llegas a encontrarte con seres que no son personas porque son poesía. Son esos poemas que sabes que nunca olvidarás porque cambian tu vida por completo. Y te aferras tantísimo a sus versos que nada te prepara para el día en el que llega el punto y final. Nada te prepara para el día en el que la flor se queda vacía y tú suspirando un «me quiso», sin palabras para describir aquello que pasó. Este amor inefable es un poemario diseñado para leerse con una mano: con la otra se arrancan en un aparente desorden los pétalos nostálgicos de esa flor. Flor en la que cabe aquella historia apasionada. Una historia de un sentimiento tan bonito como doloroso: una historia de un sentimiento, sencillamente, inefable.