LÆàmbit de treball de Debora Vogel (1900-1942) és la ciutat moderna de la qual en capta i transmet el caràcter polif.nic, mecànic i agressiu a través de formes geomètriques, línies, nocions abstractes i colors associats als estats dÆànim de la cultura de masses. Es tracta dÆuna poesia que se centra en la importància decisiva dels detalls més ínfims, que són les escletxes per on entreveiem una realitat sempre fugissera. DÆaquesta manera, la poesia de Vogel rehabilita i dignifica el elements banals i tediosos de la vida quotidiana.Per mitjà de lÆús de lÆídix en la seva poesia, Vogel pretén reivindicar una llengua que, pr.pia de les classes populars jueves de lÆEst dÆEuropa, ben pocs contemplaven com a llengua de cultura i dÆavantguarda.&nbsp,La present antologia, confeccionada a partir de poemes de Maniquins (1934) i Figures de dia (1930), inclou una introducció de la traductora, així com la transcripció dels poemes en ídix.s estériles que transita se convierten ante su mirada, capaz de apreciar lo que otros ni siquiera ven, en fuente de reflexión, misterio y maravilla. Hondonadas, marismas, juncales, avefr¡as, alisedas, terraplenes ferroviarios, estuarios, garzas, maleza, descampados, rosales silvestres, embarcaderos, esclusas: todo tiene su papel en un paisaje cuyas claves se le van desvelando poco a poco y todo tiene, además, la capacidad de convocar los recuerdos de su infancia, a orillas del Rin. Lleva consigo una cámara con la que retrata hallazgos fortuitos, fotos que, como los territorios que recorre, siempre le deparan sorpresas en el revelado.Llena de meandros, ramificaciones y afluentes, su memoria recupera las historias de otros r¡os que asimismo ha recorrido -el Ganges, en la India, el Oder, en Polonia, el Tisza, en Hungr¡a, el Nahal Ha Yarkon, en Tel Aviv, el San Lorenzo, en Quebec-, historias que recrea con una profunda sensibilidad a la hora de relatar los avatares de su naturaleza y sus habitantes.En este r¡o de Kinsky también hay un acercamiento muy original a la gran ciudad, un Londres migrante visto desde la periferia, y un talento singular para especular sobre la vida de los objetos olvidados y trazar sus genealog¡as emocionales. La autora consigue as¡ transformar el r¡o y lo que ocurre a su alrededor en un lenguaje pleno de vida.