Se dice que las comparaciones son odiosas, este caso es un buen ejemplo. Todos tenemos una idea general, a través del prolífico cine americano del Far West, de cómo los anglosajones, creadores de los Estados Unidos, exterminaron a las tribus autóctonas de aquel territorio. Dichos, como el mejor indio es el indio muerto, fueron la guía de un gran genocidio dirigido desde la misma presidencia de esta nueva nación, que nunca se planteó reconocer la nacionalidad a los auténticos dueños del territorio. España, cien años antes, ante el mismo problema: los crueles y salvajes indios, se comportó de manera contraria. La obsesión del rey, transmitido hasta el más lejano rincón, fue hacer nuevos españoles en aquellas lejanas tierras, prohibiendo el exterminio de los indígenas. Sin embargo, la conquista del Oeste se conoce como una gran gesta, y, por el contrario, la colonización española por un atroz magnicidio.
Mehr sehen