La presente obra está basada en mi libro Patrones y procesos delictivos. La naturaleza y características del delito en la sociedad contemporánea (Madrid: Dykinson), aunque ahora con una orientación más introductoria. El presente libro está organizado en torno a la idea de patrones y procesos delictivos; reto que se afronta partiendo de Durkheim. Una serie de procesos determinan la celebración de y la participación en interacciones o ritos; éstos hacen nacer determinados patrones; finalmente, algunos de éstos gozan de fuerza causal y de este modo influyen en los procesos. Los patrones evocan la distribución u organización de un fenómeno, son agrupaciones de cosas semejantes, de eventos con una estructura parecida. Distinguimos analíticamente entre patrones estructurales y culturales. Desde este punto de vista, las tasas de criminalidad se distribuyen de modo muy heterogéneo a lo largo del mundo; el delito es un fenómeno fundamentalmente urbano; la desigualdad es un correlato de las tasas de criminalidad; y la economía también guarda relaciones con la criminalidad a nivel agregado. La concepción cultural más extendida, relacionada con el trabajo de Sellin, implica la existencia de unos valores que cristalizan en normas, las cuales influyen en que se cometan delitos. La idea de subcultura ha desplegado una gran influencia en Criminología, mientras que la cultura puede relacionarse también con el delito cuando coexisten a la vez varios códigos de conducta y eso genera ambigüedad o ambivalencia. Los procesos son un fenómeno dinámico con varias fases y referido a la biografía de las personas y grupos de los que forman parte. Tienen por lo tanto un carácter individual o grupal y se ubican en un nivel de análisis distinto al agregado o macro. Dentro de los procesos incluimos variables sociodemográficas como el sexo y la edad que influyen en las interacciones en que un sujeto se ve envuelto, como es el caso de sus actividades cotidianas. Los procesos de crianza y socialización, que implican una influencia externa de otros individuos e instituciones, son muy influyentes en las vidas de las personas: la familia, los mentores y el matrimonio se han relacionado con la criminalidad. Finalmente, la delincuencia es un fenómeno colectivo: codelincuencia, redes, criminalidad organizada y bandas se estudian en este ámbito. Con este trabajo, la Colección de Estudios de Criminología y Política criminal, de la que soy editor, alcanza su volumen 47. Esta Colección busca la excelencia en el ámbito de su materia y es la única especializada en Criminología positiva mayoritaria en los países de habla hispana. Su aspiración es promover un área de conocimiento rigurosa en sus planteamientos ?tanto desde un punto de vista teórico como empírico? y modesta en sus conclusiones. Puesto que la Criminología positiva mayoritaria se encuentra infradesarrollada en España, las colecciones de calidad con obras que busquen la excelencia deben ponderarse especialmente.
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