La percepción artística del niño y su evolución están indisolublemente ligadas al desarrollo de la imaginación infantil. En este brillante estudio, riguroso a la par que ameno, el «Mozart de la psicología» (fallecido tempranamente, pero cuya huella en esta disciplina es imborrable) reflexiona sobre la importancia de la sociabilidad en el desarrollo psicológico individual, o dicho de otra manera, la estrecha relación que existe entre las interacciones sociales y el desarrollo humano. Y no sólo respecto al desarrollo social y afectivo, sino también al cognitivo.