La colección ARCHIVUM de la Universidad de Granada, que realiza la reedición de la presente obra, tiene como norma reproducir los textos originales, sin modificaciones, y yo me sujeto a esa condición, aun cuando el original contiene datos y juicios que hoy no suscribiria. Pero no es contrario a las normas hacer algunas puntualizaciones. Mi Sociedad española del siglo XVII quedó interrumpida porque al abordar el estudio del Tercer Estado me di cuenta de que presentaba una complejidad muchisimo mayor que el de las clases privilegiadas. Faltaban entonces monografias que allanaran el camino, y aun después del inmenso trabajo llevado a cabo en los últimos decenios no sé si la empresa es factible, al menos para un solo hombre. Es indudable que también se ha avanzado mucho en el estudio de la Nobleza y del Clero, pero creo que las líneas generales de mi síntesis aún se mantienen y no precisan una remodelación a fondo. El caso del estudio demográfico de aquel siglo es distinto. La Demografía histórica ha experimentado una transformación espectacular. Se ha convertido en una ciencia con métodos propios; está en trance de constituirse (si no lo está ya) en ciencia pluridisciplinar independiente. Sin embargo, creo que su vinculación a la historia general, a la historia a secas, es tan estrecha que nunca podrá separarse del tronco común sin provocar en los dos campos daños irreparables.