Marina pensaba que, como siempre, la vida era injusta con ella. Aquel verano ni olería el mar. Se había quedado con las ganas, por suspender; mientras que su perfecta y guapísima hermana mayor, Ángela, se lo pasaría de miedo en Irlanda, practicando inglés y besándose con el macizo de su novio irlandés, Patrick. A C.C. las cosas no le van mucho mejor. Sus repelentes progenitores, en un alarde de pedagogía, han decidido cortarle todo contacto con sus juegos de ordenador y le obligan a pasar el verano en Irlanda, acogido en una familia sin ordenador. Y es que C.C. es un auténtico friki, cuya vida paralela y virtual le llena totalmente. Por otro lado, el mundo mágico de los Tuatha De Danann está revolucionado en vísperas de la tradicional cabalgata de la cosecha. En ella deben desfilar los monarcas, pero Finvana, el rey, confía en matar de celos a su orgullosa esposa cabalgando junto a una hermosa humana que las hadas han educado para ese momento. Por supuesto, la reina Oonagh no se quedará de brazos cruzados y planea entregarla al Señor del Averno.Y con estos personajes, se va a configurar un auténtico enredo, cargado de humor y magia. Marina tendrá que ocupar el lugar de su hermana para salvarle la vida, porque ésta ha sido encantada, pero las hadas no son precisamente seres leales y fiables; además de conocer a Patrick en persona, tendrá que seducirlo para entregárselo a la reina de las hadas, encaprichada con el humano; en la academia de inglés coincidirá con C.C., quien se convertirá en su principal aliado para descubrir las claves del mundo mágico. Mientras tanto, malvados pixies les harán la vida imposible hasta rozar la locura. Hay atentados, asesinatos, bromas, confusiones, secuestros. Magia y realidad confluyen en una mágica noche de verano.