Antía vuelve a la ciudad donde creció y sufrió una cruel adolescencia convertida en una escritora de éxito. Ahora revisita los lugares y los personajes que marcaron su vida entonces y teme hacer frente a los seres reales que regresan de la ficción como fantasmas de carne y hueso. Realidad y ficción, pasado y futuro, evocación y vivencia se entrelazan en un juego de interpretaciones que, como un puzle, irán componiendo la historia de Antía, las posibilidades que se abren, que se sobreviven, que se pierden o que se truncan para siempre. La amistad y el amor como agarraderos a la vida; el sinsentido de la violencia, el acoso, la desesperación y el fracaso como oscuras fuerzas que alimentan el anhelo de desaparecer.

Una novela donde la literatura, el cine y la música tiñen la vida de un color agridulce; donde los poemas de Manuel Vilas y Julio Llamazares parecen susurrar mensajes al oído de la protagonista mientras suena de fondo una canción de Lou Reed; donde la realidad, algunas veces es tan insoportable que solo puede entenderse a través de los diálogos de una película de Woody Allen.