La conmemoración de la muerte de Miguel de Cervantes, indiscutible príncipe de las letras españolas, ha dado pie a la realización de numerosas actividades académicas, culturales y editoriales. Son muchas las instituciones, en todos los países que comparten la herencia del español, que han recordado a Cervantes en un año tan significado y la Universidad de Valladolid, asentada en una ciudad cervantina como pocas, no ha querido ser menos. Por eso, a lo largo de estos meses hemos programado un buen puñado de acciones que tienen como objeto homenajear a nuestro gran creador. Conscientes de que la universidad no es solamente el lugar del conocimiento especializado y la investigación avanzada ?la casa de la sabiduría, como reza nuestro lema?, sino también un espacio idóneo para promocionar y difundir la cultura común y compartida, hemos combinado actividades propiamente científicas o académicas ?como el importantísimo Congreso Internacional ?Cervantes+Shakespeare 1616-2016?, celebrado en mayo, o el congreso cervantino de la Asociación Europea de Profesores de Español (AEPE), que se celebrará en el mes de julio en el Campus de Palencia? con otro tipo de acciones dirigidas no solamente a la comunidad universitaria, sino también a un público más amplio, y así nació la exposición bibliográfica sobre Cervantes y Shakespeare que acogió la Facultad de Filosofía y Letras, la lectura pública del Quijote que propuso la Escuela de Ingenierías Industriales o la puesta en escena de la obra de José Luis Alonso de Santos, Semblanzas y recuerdos de don Quijote, que hizo vivir por unos minutos en el paraninfo de la universidad a algunos de los más destacados personajes de la novela. De esta forma, Cervantes ha estado ?lo está todavía? muy presente entre nosotros. Un hito más en este ejercicio de rememoración institucional es precisamente la publicación del libro que tú, lector, tienes en este momento entre tus manos. La edición del Persiles (que es como se conoce habitualmente a Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Historia septentrional), la última obra de Cervantes, que ahora reproducimos en facsímil, forma parte del fondo antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Valladolid y precisamente por eso hemos pensado que era el momento idóneo para lanzarla de nuevo al mundo y hacer viajar el libro de Cervantes al encuentro con sus lectores. Con ello cumplimos un doble objetivo. El primero, claro está, el de recordar a Cervantes, permitiendo que el lector se traslade imaginariamente al siglo XVII y pueda leer una de sus obras como lo hicieron sus contemporáneos; el segundo, el de compartir una pequeña fracción de nuestro importante patrimonio histórico con el conjunto de la sociedad. Los riquísimos fondos bibliográficos que nuestra universidad atesora desde hace siglos son habitualmente consultados por estudiosos e investigadores de todo el mundo que nos visitan para localizar manuscritos, ediciones infrecuentes o textos casi únicos. Pero es esta una labor casi secreta, que pocas veces trasciende y cuando lo hace se fija apenas como nota a pie de página en alguna remota publicación académica. Por eso es importante hacer visible lo que tenemos, entendiendo que tener, en este caso, no arrastra un sentido de propiedad exclusiva, sino el compromiso de conservar lo que en realidad es de todos. La recuperación de esta edición del Persiles del siglo XVII, cuyas principales características desglosa el profesor Blasco en su sagaz prólogo, es un pequeño gesto con el que devolvemos a la sociedad una mínima parte de lo mucho que a lo largo de los años hemos recibido. Y el propio Cervantes, que tan bien supo entender la condición humana y que vivió en carne propia los gozos y las amarguras del agradecimiento y del desprecio, sabría sin duda valorar esta mínima aportación en el centenario de su fallecimiento. Confiamos en que seas ahora tú, discreto lector, quien disfrutes de la obra de Cervantes y recuerdes con nosotros y por un momento lo mucho que le debemos.Daniel Miguel San JoséRector de la Universidad de Valladolid
Mehr sehen