Los invernaderos de Almería se caracterizan por su sencillez y bajo coste constructivo. Son estructuras ligeras y poco estancas por lo que la principal causa de colapso de las mismas es la succión debida al viento, provocando tracciones, al contrario de lo que sucede en construcciones tradicionales. Las cimentaciones que soportan las tracciones son conocidas en Almería como muertos y amagados. No se realizan cálculos de estas cimentaciones sino que es la experiencia de los agricultores y de las empresas constructoras la que establece las dimensiones y número de las mismas. Las cimentaciones a tracción utilizadas en los invernaderos son anclajes o micropilotes, consistentes en barras o alambres de acero de poco diámetro, enterrados a escasa profundidad (1.5 m.a 2.5 m) y sellados mediante lechada de hormigón. En este libro se recoge un estudio de las teorías existentes para explicar el comportamiento de cimentaciones trabajando a tracción. La principal complicación radica en la dificultad de estimar la interración suelo-suelo y suelo-estructura en el momento de producirse el descalce de la cimentación. Se han realizado una serie de modelos de anclajes a escala, caracterizándose estos por su sencillez constructiva y fácil instalación en campo. Los anclajes diseñados son de distintos materiales, dimensiones y han sido ensayados a distintas profundidades y con distintos grados de compactación del terreno donde se instalan. Los resultados de los ensayos a tracción nos permiten estudiar la resistencia de estos anclajes frente a los de tipo micropilote que son los más utilizados en la construcción de invernaderos. Se propone un tipo de anclaje para invernaderos que conjuga los resultados obtenidos.