El término 'Reconquista' alude a la recuperación, por parte de los cristianos de la Península Ibérica, de los diversos territorios que habían pertenecido en el pasado a los musulmanes, los territorios de Al-Andalus. El primer gran hito de la actividad conquistadora fue la ocupación de Toledo, acontecimiento que tuvo lugar a finales del siglo XI. Sin embargo, los progresos más espectaculares los desarrollaron los cristianos en la primera mitad del siglo XIII, después de derrotar a los almohades en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212): la Corona de Aragón incorporó las islas Baleares y el reino de Valencia, mientras que los reinos de Castilla y León recuperaron el valle del Guadalquivir y el reino de Murcia. Junto al desarrollo de los acontecimientos bélicos, Julio Valdeón Baruque incide de manera especial en el concepto de España que existía en los tiempos medievales, porque, si bien es cierto que la España cristiana estaba dividida en un conjunto de reinos (lo que explicaría que se haya hablado de "las Españas medievales"), los cronistas de aquellos siglos mencionan con frecuencia el término 'España', que hacía referencia a un pasado común, así como a un posible futuro de unión.