Pat Cosgrove lleva años en prisión por un atraco a un banco. Si no quiere pasarse allí el resto de su vida, debe encontrar a alguna persona prominente que avale su libertad condicional. Y tras escribir algunas cartas, aparece su ángel de la guarda, Doc Luther, que además le ofrece un trabajo para que pueda estabilizar su vida.

¿Pero existen los ángeles de la guarda? ¿Hay alguien realmente dispuesto a ayudar a un convicto por mera bondad, sin pedir nada a cambio? ¿Por fin la suerte le va a sonreír a un perdedor como Pat? Al principio sí parece que su vida se está encauzando y hasta se cruza en su camino una seductora mujer. Pero el ex convicto no tardará en ir descubriendo que nada es lo que parece, que hay en marcha una maquinación con mucho dinero en juego y que él ha sido elegido para un papel estelar no precisamente grato…

Publicada en 1953, esta novela es un destilado del mejor Jim Thompson: contundencia, agilidad narrativa y un análisis demoledor de la maldad humana.