Josep Pujol, empresario barcelonés, es capaz de morir cuatro veces y que la versión oficial declare la suya una muerte natural. Mientras desentraña la trama que rodea el final de este hombre hecho a sí mismo, el narrador desvela los secretos, las corrupciones y la degeneración de una sociedad que enterró en ladrillos los sueños de un país que quería ser otro. Antonio-Prometeo Moya se vale de la crónica periodística para recrear en esta novela una suerte de farsa coral que retrata con acertado sentido crítico la decadencia moral de la sociedad española contemporánea. De Antonio-Prometeo Moya, la crítica ha dicho: «Prometeo Moya es uno de los secretos mejor guardados de la narrativa española» (Juan Bonilla) «Antonio-Prometeo Moya confirma con La loba sus cualidades de excelente narrador» (Luis Suñén, El País) «...entre los escritores más interesantes de la literatura castellana actual» (Ana Gargatagli, La Vanguardia)Antonio-Prometeo Moya (Montiel, Ciudad Real, 1949) es uno de los más destacados renovadores de la primera generación de escritores posfranquistas. Su primer libro, Retrato del fascista adolescente, supuso una revelación en el panorama literario de los años setenta. Con De la divina proporción (1981), Ópera Ibérica (1983), La loba (1985) y Asesinos en la ciudad ideal (1986) se consolida como uno de los mejores escritores de su generación. Tras un retiro voluntario de veinte años en el que escribe pero no publica, Moya reaparece en el panorama editorial español con dos novelas: Últimas conversaciones con Pilar Primo (2006), una entrevista-ficción con la fundadora de la Sección Femenina de Falange y Misterios de Barcelona (2006), ácida farsa que rinde homenaje a los folletines. Publica después Escenas de guerra y miedo en España (2011), donde funde fantasía y realismo en el marco de la Guerra Civil. Y ahora esta Muerte de un ciudadano por encima de toda sospecha, indispensable lectura de la decadencia de la clase empresarial (y social) catalana.