Con la sencillez y claridad que caracteriza a Antonio Blay, se presenta esta obra como un instrumento de trabajo fundamental para el aspirante a la autorrealización personal. En ella encontrará ejercicios de autoexpresión, de descarga y de profundización, basados en el estímulo musical.

En los primeros capítulos, el autor parte de lo evidente y comprensible para ir profundizando poco a poco hasta abordar lo abstracto y metafísico, llegando incluso a tratar la me-ditación, el silencio y la presencia de Dios. Es, pues, un curso completo de psicología tras-cendente que Antonio Blay impartió durante sucesivos años a sus discípulos.