La Vida del soldado español Miguel de Castro es un texto de rareza impar. Por un lado, pertenece al insólito conjunto de autobiografías que, entre finales del siglo XVI y principios del XVII, redactaron en España un destacado grupo de soldados entre las que merece destacar la Vida de Alonso de Contreras, la del capitán Domingo de Toral y Valdés, los Comentarios del desengañado de sí mismo de Diego Duque de Estrada o la Autobiografía de Jerónimo de Pasamonte. Estos aguerridos personajes tantearon con semejantes propuestas los límites narrativos existentes en la época y pusieron la primera pica en el terreno ignoto que en aquel tiempo era la autobiografía. Por otro flanco, la narración de Castro es la más osada de entre aquellas por su radical diferencia, pues focaliza su atención en la esfera más estrictamente privada del individuo, algo inusual por ir contra la moral de la España del siglo XVII, época donde cualquier exposición de la intimidad era vista como una impudicia y sancionada sin recato. Una inquieta búsqueda de la identidad personal anima la escritura de nuestro soldado y convierte su narración en única. En ella describe sus peripecias amorosas en el ambiente de los virreinatos españoles en Italia, de modo que la trama de este libro se va urdiendo entorno a las vicisitudes amorosas y profesionales de la vida de Castro. Las emociones vividas en sus distintas cuitas amorosas y su dificultad de exposición representan la indagación sobre la conciencia y el alma humana efectuada a través de la escritura por un soldado en los Siglos de Oro.