En Las fracturas del nuevo orden mundial el autor lleva a cabo un análisis personal de los problemas políticos, sociales y económicos que padece el planeta desde el final de la Guerra Fría, contrastando los estudios existentes con su propia experiencia profesional. Y constata que, después del periodo de relativo optimismo que siguió a la caída del muro de Berlín, las relaciones internacionales atraviesan un momento complejo e inestable. Los desequilibrios entre el Norte y el Sur persisten, la ONU se encuentra más debilitada que nunca y el terrorismo islámico inspira en los países desarrollados un temor similar al que provocaba hace unas décadas la amenaza nuclear.