La sociedad persecutoria que se inaugura con la llamada cruzada albigense de comienzos del siglo XIII es el germen del difícil equilibrio que las sociedades de la temprana modernidad hubieron de alcanzar con respecto a la noción de diferencia. Un análisis de esa mentalidad persecutoria que construye al hereje como concepto da paso en este estudio de Antonio Cortijo Ocaña a una reflexión sobre los intentos de convertir convenciendo al otro religioso a fines del periodo medieval y comienzos del Renacimiento. Se muestra la línea que lleva de Ramón Llull a Francisco de Cisneros o Hernando de Talavera, entro otros muchos autores, que han de decantarse entre las opciones de integrismo, tolerancia y fanatismo que les ofrece la circunstancia histórica.Antonio Cortijo Ocaña es profesor de literatura medieval y renacentista en la Universidad de California, Santa Bárbara. Autor de unas cincuenta monografías de hª religiosa, ideología, leyenda negra y literaturas española, catalana y portuguesa.