El Hombre, ya nos lo decía Aristóteles, es un ser de naturaleza sociable; sin embargo, y a diferencia del resto de los animales sociales, los Hombres no se conforman con vivir en sociedad, sino que “producen” la sociedad para vivir, lo que les permite crear sus propias redes de relaciones sociales y adaptarlas o modificarlas en función de las necesidades concretas de cada época o periodo histórico. Partiendo precisamente de este hecho y de que cada Cultura genera sus propios modelos de convivencia, sus propias reglas y mecanismos para desarrollar la vida social, el presente libro se adentra en el estudio de las diversas formas de sociabilidad desplegadas por el conjunto de la sociedad medieval.

En total son doce capítulos, doce contribuciones de destacados especialistas nacionales y extranjeros, en las que se abordan nuevas cuestiones como los modos de vida de los mercaderes, de los habitantes de la frontera hispano-lusa, de los campesinos y gentes del común, de las minorías mudéjares o de los insurgentes que retan y desafían a los poderes establecidos; y en las que se examinan también nuevos temas, como la sociabilidad de los ritos funerarios, la vida cotidiana y su reflejo en los usos y costumbres vigentes en torno a las comidas, las dificultades derivadas del mantenimiento del orden público, los orígenes del señorío castellano o reflexiones metodológicas sobre el propio concepto de “sociabilidad” y sobre la conveniencia de introducir estos enfoques en los nuevos programas de enseñanza de la Historia que se implantarán a partir de la reforma surgida al amparo de la declaración de Bolonia. Con ellas, esperamos estimular al lector a adentrarse en el conocimiento de nuestro pasado medieval, pero desde una perspectiva distinta, más abierta e innovadora y, sobre todo, más orientada hacia los problemas que nos inquietan en el momento presente.Y es que, sin duda, conocer el pasado debería servirnos para comprender mejor la complejidad de nuestro propio presente.