El término chino para la palabra «crisis» consta de dos ideogramas: uno significa dificultad; el otro, oportunidad. La ancestral sabiduría china refleja así que los momentos de crisis, además de conflictivos, son también momentos «adecuados» que encierran la oportunidad y la promesa de nuevas y más amplias posibilidades.

Esta obra cálida, llena de aliento y de consejos sabios, nos recuerda que la vida es un buen maestro y un buen amigo; y que los momentos difíciles, aquellos en los que nos sentimos descentrados y todo parece derrumbarse, representan una situación ideal para librarnos de lo que nos mantenía atrapados y para abrir nuestro corazón y nuestra mente más allá de los antiguos límites.Los sabios consejos de Pema Chödrön para afrontar los difíciles momentos de crisis provienen del corazón de la sabiduría tradicional budista y alcanzan directamente la raíz de nuestras habituales actitudes negativas frente a la adversidad.

Solo hay una manera provechosa de afrontar el sufrimiento, señala Pema, y consiste en dejar de evadirnos de esas situaciones difíciles y, en cambio, emplear nuestras aptitudes para encararlas con una disposición amigable y curiosa, relajándonos en esa sensación de pérdida de norte y de suelo que las situaciones conflictivas nos provocan.

Es así como nuestra mente se ensancha.

Es allí, en medio del caos, donde descubriremos el amor y la verdad indestructibles.PEMA CHÖDRÖN es una monja budista norteamericana, prominente discípula del notable maestro tibetano Chögyam Trungpa. También ha practicado con Lama Chime Rinpoche y el Karmapa. Es maestra residente de la Abadía Gampo, el primer monasterio tibetano establecido por occidentales en Estados Unidos y en Canadá.

Además de impartir enseñanzas, pasa largos períodos en retiros solitarios guiada por sus maestros tibetanos. Es autora de Comienza donde estás y de numerosas obras de gran prestigio.«Este libro que tienes entre las manos es un complemento perfecto para la terapia conductual. [ ] Cada concepto de Pema es una joya que podemos saborear largamente. Te invito a que lo leas una y otra vez; a que lo uses no solo como fuente de información, sino como mantra, compañero, maestro como si del mismísimo Buda se tratase». Del prólogo de Rafael Santandreu, psicólogo y autor de El arte de no amargarse la vida