Examina un rasgo fundamental en la novela picaresca. De hecho, los autores de narrativa picaresca se sirvieron de un concepto de mentira definida por San Agustín en el siglo IV, más tarde por Santo Tomás y luego por los preceptos diseminados en la Corte Castellana durante los siglos XVI y XVII. En este libro se analiza cómo la mentira es intrínseca al género picaresco al estudiar de forma exhaustiva los textos canónicos Lazarillo de Tormes, Guzmán de Alfarache y El Buscón. El propósito de esta obra es reflexionar sobre el uso que hacen los autores picarescos de la mentira para así proponer que ésta es en sí un elemento determinante de este género