Las rebeliones mudéjares finiseculares alcanzaron en la Serranía de Ronda una especial significación, cuyo hecho más destacado fue, sin duda, la rota del Calaluz, en Sierra Bermeja, considerada como la última victoria del Islam en la Península. Victoria inútil, de todos modos, que no consiguió otra cosa que una capitulación honrosa, propiciada por el genio político de don Fernando el Católico: los musulmanes que decidieron ser fieles a su religión se exiliaron al otro lado del Estrecho, mientras que los que escogieron permanecer en sus alcarías y aldeas debieron convertirse al cristianismo, quedando bajo jurisdicción señorial en la mayoría de los casos.En el presente libro se analizan, además de este mundo mudéjar, los antecedentes y el desarrollo de la rebelión en el Reino de Granada y, particularmente, en la Serranía de Ronda. Se incluyen una hipótesis sobre la ubicación del Calaluz y los itinerarios de las milicias castellanas, así como algunos estudios sobre (...)