La variedad de usos de internet también ha supuesto el aumento de acciones y actitudes poco respetuosas con la propiedad y la privacidad. Hackers, crackers, sniffer, ciberdelincuencia… son términos cada vez más habituales. Según el estudio Economías desprotegidas: protegiendo la información vital, el robo de datos y los delitos informáticos en general tienen anualmente un coste para las empresas superior a 4.6 billones de euros debido, por un lado, a la pérdida de propiedad intelectual y, sobre todo, a los gastos asociados a la reparación de los daños causados. El Informe sobre Amenazas a la Seguridad en Internet v.17, muestra que mientras el número de vulnerabilidades disminuyó un 20%, la cantidad de ataques maliciosos se incrementó 81%. Además, el informe destaca que los ataques dirigidos avanzados se están expandiendo a organizaciones de todos los tamaños y a una variedad de personal, que están aumentando las violaciones de datos y que los atacantes tienen la mira puesta en las amenazas móviles.