La presencia de Roma en Hegel no ha gozado de la atención que la importancia del tema merecería, tanto para el desarrollo del sistema como para su cumplimentación, especialmente por lo que hace a las relaciones entre historia y derecho. En este libro se aborda el papel que las manifestaciones artísticas, religiosas, literarias, políticas y jurídicas del mundo romano juegan en la producción juvenil y de formación de Hegel, esto es, anterior a la redacción de la Fenomenología del espíritu. Esta fase es fundamental para comprender su viraje desde un inicial respeto -teñido de manifiesta admiración- hacia el mundo romano, hasta las posteriores críticas, de una inusitada dureza, contra esta época de la historia universal. La Romanitas pasará de ser el modelo de un subjetivismo republicano, en el contexto de una totalidad social orgánica, a representar el poder despótico de uno solo, el Emperador, sobre una multitud mecánica de individuos.