El pequeño Leo quería una cosa con todas sus fuerzas. No, no era un balón de campeón, o un trenecito larguísimo, o un robot inteligente. No era un monopatín súper veloz, ni un dron con radiocontrol. Tenía ya muchísimos juguetes muy bonitos. Quizá hasta demasiados. Su deseo, en realidad, era mucho más peculiar: quería tener la luna entera para él solo. Sin embargo, Leo no se había parado a pensar en la cantidad de problemas que ciertos caprichos pueden dar Una historia que enseña la importancia de saber disfrutar serenamente de las cosas más hermosas: las que no se pueden poseer.Raquel Olcoz Moreno Al igual que Leo quería la luna, Raquel Olcoz siempre ha querido escribir historias. Por eso estudió oeriodismo y trabajó durante más de diez años como redactora y locutora en varios programas de TVE1 y Antena 3, como guionista en Tele 5 y La Sexta y como actriz de doblaje en muchas películas, series y documentales. Ahora que vive en Italia, donde llegó hace unos años. Sigue escribiendo, traduciendo libros y colaborando con distintas publicaciones italianas y españolas. Leo quería la luna es mi primer relato para niños. Patricia Bernardos Inquieta, curiosa e inconformista. Artista polifacética capaz de manejar diferentes lenguajes gráficos, desde la acuarela hasta el collage. Ha participado en varias exposiciones y festivales de arte en toda España. Leo quería la luna es su primer libro ilustrado para niños.«Nunca había imaginado que la Luna pudiera ser así de grande. Tenía razón su papá cuando le decía que no cabría en su habitación. Era tan enorme que abombaba todas las paredes y un trozo se salía por la ventana»