La presencia cada vez más habitual de los logopedas en distintos contextos de intervención motiva que la enseñanza universitaria reclame cada vez más su rica y variada experiencia profesional. Este libro recoge, de una manera accesible, una selección de casos concretos en los que los logopedas participan. Los logopedas hablan nos introduce en el quehacer diario de estos profesionales, de los casos que atienden, de cómo los abordan, de las dificultades que encuentran y de cómo las resuelven. Si los logopedas son los expertos en el tratamiento de las alteraciones de la comunicación, entendida ésta en su más amplia acepción, si son los profesionales que aplican distintas técnicas para la reeducación, rehabilitación y terapia de los trastornos del lenguaje, audición, habla, voz y deglución, qué mejor que darles la palabra para que sean ellos mismos quienes nos hablen de sus experiencias.Esta obra está dirigida a profesionales y estudiantes de logopedia, audición y lenguaje, educación especial…, así como a todas aquellas personas interesadas en este campo del lenguaje. Este libro ofrece un foro de discusión sobre la intervención logopédica y un marco de formación continua y de enriquecimiento personal.                                   “Es el tiempo que has pasado con tu rosa,                                                                       lo que hace que tu rosa sea importante”                                                                                            El Principito, Antoine de Saint ExupèryNos parece relevante esta cita de Saint-Exupèry. De igual modo se descubren aquí los logopedas, acercando al lector la importancia de compartir el tiempo con los pacientes. Ya es el tiempo de que los logopedas no sólo enseñen a hablar, sino de que tomen la palabra y compartan con el lector el intenso tiempo que han dedicado a “sus rosas” particulares.Veamos qué les convierte en esos jardineros con recursos para extraer el máximo potencial en cada una de sus rosas…veamos cómo contribuyen a preparar el terreno, a plantar las semillas, a regarlas, protegerlas del viento y permitir que germinen sacando lo mejor de sí. Acompáñenos en este paseo por nuestro particular jardín logopédico.