El Fantasma acusa las presiones de la guerra fría y el peligro atómico se hace patente en la isla de los perros, donde los comunistas se han asentado aprovechando vacíos legales para instalar sus bases de misiles. La aventura es un reflejo claro del momento en que fue creada y la crisis de los misiles cubanos que a punto estuvo de desencadenar una guerra nuclear. Nuestro Fantasma se convierte en trasunto de Kennedy y aplica la única solución posible. No muy lejos de todo está, también, el icono cinematográfico que haría temblar el suelo donde hasta ahora se habían asentado los héroes populares de los medios: James Bond y su aventura contra el Doctor No.