Arendt reflexionó y definió el totalitarismo nazi y estalinista como difíciles de repetir, por la brecha que crearon en la historia y por el efecto de inmunización que provocaron en la humanidad. Sin embargo, vivimos momentos en que, sin vulnerar el estado de derecho ni recurrir al terror como técnica de gobierno, distintos regímenes han instalado formas de control que ahogan la libertad sin alcanzar la dominación absoluta ni la brutalidad de los procedimientos totalitarios clásicos.

Por cierto, Hannah Arendt no profundizó en una reflexión así. No obstante, alcanzó a percibir el surgimiento de nuevas realidades políticas que no se ajustaban a su definición de totalitarismo, para advertir que se trataba de algo distinto. Este libro quiere hacerse cargo de esto.

El libro consta de dos partes. La primera se centra en qué nos lleva a pensar; se pregunta por el totalitarismo y la posibilidad de extender el concepto; la tecnocracia; el nazismo; el apolitismo y más. La segunda parte recorre conceptos y profundiza en la comprensión de lo que surge después del totalitarismo; la historia de la infamia; los campos de concentración; las consecuencias de los "detenidos desaparecidos" para el cuerpo político, y más.